Después de un primer trimestre irregular (muchas lecturas en enero y febrero, casi nada en marzo), abril no ha ido del todo mal. Aún sigo sin poder acabar con El hombre que confundió a su mujer con un sombrero, pero he vuelto con todo a la literatura juvenil^^
¿En las redes de qué saga he quedado atrapada esta vez? (Porque, por alguna extraña razón, los libros juveniles autoconclusivos parecen escapar de mi alcance) Firelight, de Sophie Jordan. 
Gracias a la mini-maratón de primavera de Maratón de Lectura leí el primer libro en un suspiro y me gustó tanto que no dudé en continuar con los dos siguientes, Vanish y Hidden. No son libros perfectos, ni mucho menos. Caen en algunos tópicos, pero también tienen cierto aire fresco, siendo la protagonista una draki, descendientes de dragones con capacidad de tomar forma humana para mantener su presencia oculta al mundo. No puede faltar el romance que, como sucede tan frecuentemente en estos tiempos, gira alrededor de un triángulo-cuarteto amoroso (aunque lo definiría más como dos triángulos con aristas comunes) y que me gusta mucho como se resuelve. A mí me gustado mucho y estoy más que dispuesta a leer alguna otra obra de la autora, porque mantiene un buen ritmo y las descripciones son preciosas (así como las portadas, ¿no creen?).
Acabada la fiebre provocada por Firelight, me tomé un breve descanso y me puse con The lightning thief (Percy Jackson y el ladrón del trueno), que también (¡oh, cruel destino!) es el primer volumen de una saga infantil-juvenil. Una lectura entretenida que ha vuelto a despertar mi interés por la mitología griega^^
Cuatro libros en total, un ritmo con el que estoy mucho más contenta y que espero poder mantener el resto del año^^
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